Si alguna vez soñaste con el paraíso, probablemente este se parecía a Punta Sal, una playa que en cada uno de sus rincones abraza regalos bellos de la naturaleza. Arena blanca, un mar cálido y mucha paz, son sin duda algunos de los muchos motivos que existen para elegir a esta playa de Tumbes como nuestro próximo destino.
Desde hace varios años, Puntal Sal es el refugio preferido de miles de turistas que encuentran en este lugar lo que no hallan en ningún otro. Muchos de estos visitantes destacan la sensación de parecer los únicos dueños de esas aguas embellecidas por el reflejo del sol.
Esta playa, situada en el kilómetro 1187 de la Panamericana Norte, es uno de los orgullos del departamento de Tumbes, cuya gente siempre parece haber estado preocupada por mejorar lo que ya por sí solo encanta a los turistas. Así que debemos de alejar ese temor de no encontrar un buen hotel, un acogedor restaurante u otro servicio que haga más placentera la estadía, pues de seguro cada turista hallará lo necesario para pasar momentos inolvidables.
En Punta Sal encontraremos sol todo el año, por eso cada vez más personas recomiendan esta playa que cautiva por lo que existe en todo su amplio terreno, ese que en medio de un desierto guarda pobladores que te hacen sentir como en casa, o imágenes con la de un delfín bailando en el horizonte.
Cada vez quedan menos excusas para ir a Punta Sal, una alternativa perfecta para quienes quieren nada en un mar precioso que de paso da lo necesario para que seamos capaces de deleitarnos con platillos deliciosos como un buen ceviche hecho por prodigiosas manos norteñas. Quizá no lo sepas, pero estás a tan sólo unas horas de ese refugio que necesitamos visitar por lo menos una vez en nuestra vida.